17/2/21

Obra de Arte, por Darío Galicia





Se abre el día, los dos adolescentes caminan
dejando sus huellas grabadas sobre el césped,
tirando monedas a la fuente de los deseos.
Surge el atardecer: el S-o-l rojo cinabrio filtra sus rayos
y se entretejen las ramas de tus árboles y la tierra.
El azul del cielo entra inevitable en esta hoja.
Llega la noche: él podría contemplar cómo los vinos
cambian de colores de la noche al día.
Se abre el preludio: el arte de amar
en aquel pequeño cuartito
cuando nuestro mutuo amor hace flotar
de mi boca a tus oídos mis posibles odas elementales
como ungüentos sobre el aire.
Una lámpara ilumina tu clara sombra:
acaricias mis pies luego mis jeans desaparecen.
Un color parecido al trigo veo en tus ojos.
Un cálido falo inunda tus nalgas.
Nuestro mutuo amor: ¡no lo respires a nadie!
¿Qué factura darle a esta obra de Arte?
 
                                                          Siempre tuyo,



en La ciencia de la tristeza, 2019
Ediciones Sin Fin
 
Foto: Javier Narváez