Los rostros en el gentío miran fijamente
y van y vienen
El aire se estremece cuando se entreveran las voces;
Y la ruidosa humanidad fluye mezclada
Pasa con la discordante huella de muchos pies
Pero, sobre todo, la charla de la multitud
(El fondo para su pequeño alivio)
Ahora, tiembla en un hilo,
ahora, salvaje y ruidoso,
El violín ríe y canta, y llora su dolor.
Entonces, a través de todo, alrededor de todo, el mar;
Un corazón solemne de latidos incesantes
Portando un fondo de misterio
Las duras y encantadoras notas, las dulces y estridentes.
Ciertamente, es mi vida de arduos días,
Como un Ideal que se mantiene firme y transparente;
Y suena por encima, por debajo, a través de mis caminos,
Separados y jamás comprendidos.
en Entre dos lluvias y otros poemas, 2020
G0 Ediciones (plaquette digital)
Traducción: Carlos Almonte
Music in the pavilion