Por el hijo que vendrá comenzamos a
navegar
Bajo las sábanas del hotel vacío.
Por el hijo que vendrá
hablamos
con gente del camino
Y seguimos el vuelo de las moscas.
Por el hijo que vendrá las montañas
Se hicieron más altas todavía,
Y la noche corrió descalza sobre
nuestras cabezas.
Por el hijo que vendrá
cargamos
una lámpara de gas,
Y bajamos al tiempo de los esclavos.
Por el hijo que vendrá navegamos ríos
subterráneos
Donde los pájaros perdieron su canto,
Donde no había un árbol
Pero sí un largo camino entre el
viento,
Y animales encendidos
Señalaron una puerta abierta,
Pero no quisimos entrar
Porque las luces no eran más
radiantes
Al otro lado del cielo.
en Vine a
sacudir las montañas con tu nombre, 2002