Mostrando entradas con la etiqueta Carlos Almonte. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carlos Almonte. Mostrar todas las entradas

31/10/22

Ojos blancos, por Mary Oliver





En invierno

    el canto se concentra en

         las copas de los árboles

             donde el pájaro-viento

 

con sus ojos blancos

     puja y empuja

         entre las ramas.

             Como cualquiera de nosotros

 

quiere dormir,

    pero está intranquilo

         tiene una idea

             y lentamente la revela

 

bajo sus alas batientes

    mientras permanezca despierto.

         Pero en su fuerte y repetitiva melodía, al fin y al cabo,

             jadea demasiado para continuar.

 

Entonces, se detiene.

    En la corona del pino

         prepara su nido,

             ha hecho todo lo que puede.

 

No sé el nombre de este pájaro,

    Solo imagino su pico reluciente

         Abrigado por un ala blanca

             mientras las nubes

 

que ha invocado

    del norte

         a quienes les ha enseñado

             a ser templadas y silenciosas

 

se engruesan y empiezan a caer

    en el mundo de abajo

         como las estrellas o las plumas

               de algún ave inimaginable

 

que nos ama,

    que ahora se ha dormido y silenciosa

         que se ha convertido, ella misma,

             en nieve

 

 

 

en Poetry, 2002

Traducción de Carlos Almonte




White-eyes

In winter / all the singing is in / the tops of the trees / where the wind-bird // with its white eyes / shoves and pushes / among the branches. / Like any of us // he wants to go to sleep, / but he's restless— / he has an idea, / and slowly it unfolds // from under his beating wings / as long as he stays awake. / But his big, round music, after all, / is too breathy to last. // So, it's over. / In the pine-crown / he makes his nest, / he's done all he can. // I don't know the name of this bird, / I only imagine his glittering beak / tucked in a white wing / while the clouds— // which he has summoned / from the north— / which he has taught / to be mild, and silent— // thicken, and begin to fall / into the world below / like stars, or the feathers / of some unimaginable bird // that loves us, / that is asleep now, and silent— / that has turned itself / into snow.


























12/9/22

Recortes de Flamenco, por Carlos Almonte





Tus contornos, el postrero alarde que acarició las madrugadas. He murmurado el epitafio, las palabras de un coro prolijo de dementes hacinados. No creo en la distancia y el tiempo; acariciar figuras de piedra, un terciopelo que vive. Acariciar la luz de un invierno que se extingue es acariciar una palabra que se extingue, por sí sola. Corres hacia orillas, te ahogas entre cientos de colores, en llanuras, miradas o espacios inasibles. Caricias y gritos y demolición de angustias imperfectas de caminos que no terminan de doler, de final y de distancias que refieren tu cuerpo frío y reluciente. Es la locura de los que cerraron sus alas como cascabeles de serpiente vegetal. Todo cae, lentamente, disgregándose en porciones. Atraviesa follajes inmensos y se desplaza hacia el encuentro, el absurdo encuentro de dos seres que, irremediablemente, se pierden en medio de la luz. Dios es un ojo, que en plena oscuridad observa un desierto hipnotizado de pirámides en flor. Duermo sobre el riel de una cabaña fresca, el áspero aire de la eterna planicie. Los helechos se adivinan detrás de cada roca, en aquellas oraciones que regresan del mar, de lo más profundo del mar. La copa es un contorno liberado, el clamor de emociones que regresan volcando la mirada, como una gaviota dejándose llevar por la brisa y la espuma.




en Flamenco es un sueño, 2008

Reorganización 23a, 2022


























11/7/22

Música en el vestíbulo, por Nora May French





Los rostros en el gentío miran fijamente

y van y vienen

El aire se estremece cuando se entreveran las voces;

Y la ruidosa humanidad fluye mezclada

Pasa con la discordante huella de muchos pies

Pero, sobre todo, la charla de la multitud

(El fondo para su pequeño alivio)

Ahora, tiembla en un hilo, 

ahora, salvaje y ruidoso,

El violín ríe y canta, y llora su dolor.

Entonces, a través de todo, alrededor de todo, el mar;

Un corazón solemne de latidos incesantes

Portando un fondo de misterio

Las duras y encantadoras notas, las dulces y estridentes.

Ciertamente, es mi vida de arduos días,

Como un Ideal que se mantiene firme y transparente;

Y suena por encima, por debajo, a través de mis caminos,

Separados y jamás comprendidos.




en Entre dos lluvias y otros poemas, 2020

G0 Ediciones (plaquette digital)


Traducción: Carlos Almonte

 

 

 

Music in the pavilion

Faces that throng and stare and come and go— / The air a-quiver as the voices meet; / And loud Humanity in mingled flow / Passes with jarring tread of many feet. / But over all the chatter of the crowd / (The background for its delicate relief) / Now trembling in a thread, now wild and loud, / The violin laughs and sings, and cries its grief. / Then, through it all, and round it all, the sea; / A solemn heart with never-ceasing beat, / Bearing an undertone of mystery / The harsh and lovely notes, the shrill and sweet. / Surely it is my life—of plodding days, / With one Ideal holding clear and good; / And sounding over, under, through my ways, / Something apart—and never understood.

























1/3/22

Bellos movimientos, por Frank Stanford





De pronto, una muchacha cruza sus piernas
Detrás de una ventana del cine de tu amor,
Mastica su goma de mascar y dice promete que no te irás
Siempre vuelve, aunque te venda el mismo boleto mil veces.



en What About This: Collected Poems of Frank Stanford, 2015
Traducción de Carlos Almonte



Beautiful moves
Suddenly a young lady crosses her legs / Behind a window of the movie house of your love, / Smacks her gum and says promise not to leave, / Always come back, even if I sell you the same ticket a thousand times.

















7/1/22

El Estado es una máquina, por C. George Brigade





Los anarquistas están creando, de manera permanente, una cultura que permite que más y más personas se liberen del reinado de los dinosaurios. En la actualidad, nuestra agitación y propaganda son a menudo solo chispas que inflaman el corazón, pero no llamas reales de revolución. Esto ha provocado impaciencia y cinismo en algunos; pero los anarquistas deben tener confianza. Estamos creando una revolución en la que no solo controlaremos los medios de producción, sino que realmente controlaremos nuestras propias vidas.
 
No hay ciencia del cambio. La revolución no es científica. Las actividades no deben ser específicas en cambio social, más de lo que los artistas deben ser expertos en formas de autoexpresión. La gran mentira de todos los expertos es su pretensión de tener acceso a lo exclusivo, a lo intocable, incluso a lo inimaginable. Los expertos en revolución, ignorados, poco amados, exigen demasiadas cosas además de lealtad. Por encima de todo, exigen eficiencia, un lugar en la bien aceitada máquina.
 
En lugar de los jardines traseros y el transporte público, la eficiencia ha creado alimentos modificados genéticamente y carreteras con dieciséis carriles. La eficiencia exige la ilusión de progreso, por insignificante que este sea. Nuestro rechazo a la competencia ha llevado a muchos proyectos asombrosos. Food Not Bombs* puede no ser la forma más eficiente de entregar comida a quienes tienen hambre, pero a menudo son más efectivos en sus objetivos y más significativos que cualquier programa gubernamental. ¿No es eso exactamente lo contrario de cómo queremos que sea nuestro mundo? La eficiencia impulsa muchas campañas y proyectos; demasiados activistas se han convertido en personajes tan increíbles y superficiales como los de los comerciales de televisión. Su búsqueda de temas eficientes y comercializables los ha llevado a competir con empresas, gobiernos y otros activistas por la captación de público.
 
Como la masa, la eficiencia es una deidad clave en el panteón del pensamiento de los dinosaurios. No hay nada de malo en el deseo de hacer cosas; algunos proyectos necesarios nunca se alejan de la drogadicción y es mejor terminarlos lo antes posible. Sin embargo, nuestras relaciones personales y nuestros deseos compartidos de cambio no son cosas que hagamos de manera apresurada, pregrabada y hecha para la televisión.
 
La apuesta encubierta del activista eficiente es que, dado que la libertad nunca se vive sino que solo se discute, todo cambio debe ser planificado de antemano, aunque el proceso resulte tedioso. Estos expertos incluyen a los burócratas que tiemblan en sus mocasines ante la idea de una revuelta popular sin el permiso o la guía del Partido. Estas personas han arrastrado los zapatos por la historia revolucionaria, hasta hoy, cuando son ellos los que temen el caos de una manifestación, o hablan de la lucha de clases sin hacer referencia a lo revolucionario del rechazo de las restricciones en la vida cotidiana. Se estremecen ante la idea de que las ideas o las personas que las sostienen puedan salirse de control. Para los autoproclamados expertos en cambio social, la demostración más eficaz es aquella con un mensaje claro y único, una audiencia clara y un guion planificado de antemano, preferiblemente un guion escrito por ellos.
 
¿Imitaremos a estas máquinas políticas? ¿Anhelamos ser un Estado? La versión izquierdista de la máquina volverá a pulir las diferencias para crear un producto final: el fin de la Historia, la Utopía, la Revolución. Las máquinas consumen nuestra vitalidad y contribuyen al decaimiento tan extendido en nuestras comunidades. Un envío masivo de correos puede ser más eficiente que hablar con extraños o montar un puesto de limonada en el parque, pero no es necesariamente más eficaz. Hay algo que decir a favor de tomar la ruta larga de un punto a otro.
 
Cada vez que dejamos nuestros problemas para que los solucionen expertos, cedemos un poco más de autonomía. Los jueces, los científicos, los políticos, los policías, los banqueros: son los motores de la eficiencia. Sus herramientas nunca podrán transformar nuestras relaciones o nuestra sociedad; solo calcifican y endurecen los aspectos jodidos que ya tenemos. En su mundo siempre habrá consumidores y consumidos, prisioneros y captores, deudores y accionistas. Los pequeños dinosaurios, que desafían a los grandes, pueden querer cambiar el mundo, pero lo harán de acuerdo con un plan maestro escrito no por usted ni por mí, sino por expertos en sillones.



*Food not bombs (Comida, no bombas) es una red de colectivos independientes que sirven -de manera gratuita- comida vegana y vegetariana a personas en distintas partes del mundo. La ideología de Foo not Bombs exoresa que una gran cantidad de prioridades -de las grandes corporaciones y los gobiernos gobernados por las primeras- están implementadas de modo tal que el hambre persiste siempre. Existe abundancia, pero existe hambre a la vez. Como una manera de probar esto, y a la vez de reducir gastos, un gran porcentaje del alimento servido por Food not Bombs es alimento sobrante de supermercados, panaderías y mercados, que, de otra forma, irían a la basura.



en Anarchy in the age of dinosaurs, 2003
Traducción: Felipe Segoviano