Mostrando entradas con la etiqueta Poesía mística. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poesía mística. Mostrar todas las entradas

3/7/23

Niños y adultos, por José Emilio Pacheco





A los diez años creía

que la tierra era de los adultos.

Podían hacer el amor, fumar, beber a su antojo,

ir adonde quisieran.

Sobre todo, aplastarnos con su poder indomable.

Ahora sé por larga experiencia el lugar común:

en realidad no hay adultos,

sólo niños envejecidos.

Quieren lo que no tienen:

el juguete del otro.

Sienten miedo de todo.

Obedecen siempre a alguien.

No disponen de su existencia.

Lloran por cualquier cosa.

Pero no son valientes como lo fueron a los diez años:

lo hacen de noche y en silencio y a solas.

 

 

 

en La arena errante, 1999





















20/3/23

Oración del no saber, Thomas Merton





Señor mi Dios, no tengo idea de adónde voy. No veo el camino frente a mí. Ciertamente, no sé dónde terminará. Realmente, tampoco me conozco a mí mismo, y el hecho de que crea que estoy siguiéndote no significa que efectivamente lo esté haciendo. Pero creo que mi deseo de agradarte, de hecho, te agrada. Y espero tener ese deseo en todo lo que haga. Espero nunca hacer nada sin ese deseo. Y sé que si lo hago me conducirás por el camino correcto, aunque yo no sepa nada al respecto. Por tanto, siempre confiaré en ti, aunque parezca que me pierdo en la sombra de muerte. No temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo, y jamás me abandonarás al enfrentar peligros. Amén.

 

 

 

en Thoughts in Solitude, 1958

Traducción de Carlos Almonte

 

 

 

A Prayer of Unknowing

My Lord God, I have no idea where I am going. I do not see the road ahead of me. I cannot know for certain where it will end. Nor do I really know myself, and the fact that I think I am following Your will does not mean that I am actually doing so. But I believe that the desire to please You does in fact please You. And I hope I have that desire in all that I am doing. I hope that I will never do anything apart from that desire. And I know that, if I do this, You will lead me by the right road, though I may know nothing about it. Therefore I will trust You always though I may seem to be lost and in the shadow of death. I will not fear, for You are ever with me, and You will never leave me to face my perils alone. Amen.































16/1/23

Me Encanta Dios, por Jaime Sabines





Me encanta Dios.

Es un viejo magnífico que no se toma en serio. 

A él le gusta jugar y juega, 

y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna 

o nos aplasta definitivamente. 

Pero esto sucede porque es un poco cegatón 

y bastante torpe con las manos. 

 

Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales 

como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi,

para que nos digan que nos portemos bien. 

Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce.

Sabe que el pez grande se traga al chico, 

que la lagartija grande se traga a la pequeña, 

que el hombre se traga al hombre. 

Y por eso inventó la muerte: 

para que la vida -no tú, ni yo– 

la vida, sea para siempre.

 

Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang... 

Pero ¿qué importa si el universo se expande 

interminablemente o se contrae? 

Esto es asunto sólo para agencias de viajes. 

 

A mi me encanta Dios.

Ha puesto orden en las galaxias 

y distribuye bien el tránsito 

en el camino de las hormigas. 

Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí 

que ha hecho -frente al ataque de los antibióticos- 

¡bacterias mutantes! 

 

Viejo sabio o niño explorador, 

cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo 

de carne y hueso, 

hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble. 

 

Mueve una mano y hace el mar, 

y mueve la otra y hace el bosque. 

Y cuando pasa por encima de nosotros, 

quedan las nubes, pedazos de su aliento. 

 

Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, 

y manda tormentas, caudales de fuego,

vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. 

Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia 

-y se agita y crece- cuando Dios se aleja. 

 

Dios siempre está de buen humor. 

Por eso es el preferido de mis padres, 

el escogido de mis hijos,

el más cercano de mis hermanos, 

la mujer mas amada, 

el perrito y la pulga, 

la piedra más antigua,

el pétalo mas tierno,

el aroma más dulce, 

la noche insondable, 

el borboteo de luz, 

el manantial que soy.

 

A mí me gusta, a mí me encanta Dios. 

Que Dios bendiga a Dios.

 

 

 

en Antología poética, 1994

























26/12/22

Oración, por Jorge Cuesta





Señor, nuestro destino está escrito desde el principio.

 

¿Cómo hubiéramos podido negamos a él? 

Sometidos a él estamos, 

y sin más abrigo que tu misericordia.

 

Oh, Dios, nuestro señor, que quieras ampararnos con ella 

sin desamparar a ninguno de los que somos tus siervos.

 

 

 

en Poesía y Crítica, 1991

Originalmente publicado en Revista Vuelta, Nº 6, mayo, 1977 


 

 
























12/9/22

Recortes de Flamenco, por Carlos Almonte





Tus contornos, el postrero alarde que acarició las madrugadas. He murmurado el epitafio, las palabras de un coro prolijo de dementes hacinados. No creo en la distancia y el tiempo; acariciar figuras de piedra, un terciopelo que vive. Acariciar la luz de un invierno que se extingue es acariciar una palabra que se extingue, por sí sola. Corres hacia orillas, te ahogas entre cientos de colores, en llanuras, miradas o espacios inasibles. Caricias y gritos y demolición de angustias imperfectas de caminos que no terminan de doler, de final y de distancias que refieren tu cuerpo frío y reluciente. Es la locura de los que cerraron sus alas como cascabeles de serpiente vegetal. Todo cae, lentamente, disgregándose en porciones. Atraviesa follajes inmensos y se desplaza hacia el encuentro, el absurdo encuentro de dos seres que, irremediablemente, se pierden en medio de la luz. Dios es un ojo, que en plena oscuridad observa un desierto hipnotizado de pirámides en flor. Duermo sobre el riel de una cabaña fresca, el áspero aire de la eterna planicie. Los helechos se adivinan detrás de cada roca, en aquellas oraciones que regresan del mar, de lo más profundo del mar. La copa es un contorno liberado, el clamor de emociones que regresan volcando la mirada, como una gaviota dejándose llevar por la brisa y la espuma.




en Flamenco es un sueño, 2008

Reorganización 23a, 2022


























29/12/21

El viejo estoico, por Emily Brontë





Las riquezas tengo en poca estima;
y del amor me río con desprecio;
y el deseo de fama no fue más que un sueño
que desapareció con la mañana.

Y si rezo, la única oración
que mueve mis labios es:
«¡Deja que se vaya el corazón que ahora soporto
y dame libertad!».

Sí, cuando mis días veloces se acercan a su meta,
eso es todo lo que imploro:
en la vida y en la muerte, un alma sin cadenas,
con valor para resistir.



en Poesía completa, 2018



The old stoic
Riches I hold in light esteem; / And Love Y laugh to scorn; / And lust of fame was but a dream / That vanished with the morn: // And if I pray, the only prayer / That moves my lips for me / Is, ‘Leave the heart that now I bear, / And give me liberty!’ // Yes, as my swift days near their goal, / ‘Tis all that I implore; / In life and death, a chainless soul, / With courage to endure.

























20/12/21

Pensamientos a mi Gurú, por Jetsun Milarepa





Pensando en Ti, Padre Marpa, despejo mis sufrimientos.
Yo, el mendigo, canto ahora esta canción fervorosa.
Sobre el Valle Enjoyado de la Roca Roja, allá en el Este,
flota un haz de nubes blancas;
abajo, como elefante encabritado, se eleva inmensa la montaña.
Junto a ésta, como un león que salta, descuella otro pico.
 
En el templo del Valle de Drowo,
descansa un gran asiento de piedra;
¿Quién está entronizado, es Marpa el Traductor?
Si ese eres tú, estaré feliz y contento.
A pesar de mi escasa reverencia, deseo verte;
a pesar de mi poca fe, deseo unirme a ti.
Mientras más medito, más añoro a mi gurú.
 
¿Aún vive contigo Dagmema, tu esposa?
A ella estoy más agradecido que a mi madre.
Si ella está allí me sentiré feliz y contento;
a pesar de ser larga la jornada, deseo verla;
a pesar de los peligros del camino, deseo unirme a ella.
Mientras más contemplo, más pienso en ti,
mientras más medito, más pienso en mi gurú.
 
¡Cuán feliz sería si pudiera unirme a la reunión!
¡Han de estar predicando el Tantra Hevajra!
A pesar de ser simple de mente, deseo aprender,
a pesar de ser ignorante, añoro recitar.
Mientras más contemplo, más pienso en ti,
mientras más medito, más pienso en mi gurú.
 
Ahora has de estar dando
las cuatro iniciaciones simbólicas de transmisión oral.
Si pudiera reunirme a la asamblea estaría feliz y contento.
A pesar de mis pocos méritos, deseo ser iniciado;
a pesar de ser tan pobre para ofrecerte algo, lo deseo.
Mientras más contemplo, más pienso en ti,
mientras más medito, más pienso en mi gurú.
 
Ahora has de estar enseñando las seis joyas de Naropa;
Si pudiera estar allá, estaría feliz y contento,
a pesar de mi poca diligencia, siento necesidad de aprender;
a pesar de mi poca perseverancia, deseo practicar.
Mientras más contemplo, más pienso en ti,
mientras más medito, más pienso en mi gurú.
 
Allí han de estar los hermanos de las regiones de Weu y Tsang;
si es así, me siento feliz y contento.
A pesar que mi experiencia es inferior
me gustaría compararla con la de ellos;
a pesar de que gracias a mi fe y veneración
nunca he estado apartado de ti,
ahora estoy torturado por la necesidad de verte;
este anhelo ferviente es mi agonía, este gran tormento me sofoca;
te ruego, gurú misericordioso, me liberes de este tormento.
 
Cuando miro el semblante de mi gurú y escucho sus palabras,
yo, el mendigo, siento conmovido mi corazón.
En él surgen el respeto y la reverencia
al recordar las enseñanzas de mi gurú.
Sus bendiciones compasivas me penetran;
los pensamientos destructivos se desvanecen.
 
Mi sincero canto Pensamientos a mi Gurú
seguramente fue escuchado por ti, mi maestro;
sin embargo, aún estoy en la oscuridad.
¡Te ruego tengas piedad de mí y me des tu protección!
Perseverancia inquebrantable es la más alta ofrenda a mi gurú.
El mejor modo de agradarlo
es continuando la difícil empresa de meditar
residir solo en esta cueva es el más noble servicio a las Dakinis;
 
Ser yo mismo devoto del dharma
es el mejor servicio prestado al budismo
dedicar mi vida a meditar
es ayudar a mi desamparada criatura individual.
Amar la muerte y la enfermedad es una bendición
mediante la cual se limpian los propios pecados;
rechazar les alimentos prohibidos
ayuda a alcanzar realización y esclarecimiento;
para reparar las deudas que tengo con mi padre gurú,
medito, medito una y otra vez.
 
Oh, gurú mío, protégeme;
ayuda a este mendigo
para que siempre permanezca en la ermita.



* Nota: En Mila Gubrum (VVAA circa siglos VI d.C. a s. XIV d.C., principalmente lama Jampal Lodro Taye -circa s.X d.C.) de los cantos del yogi budista Jetsun Milarepa. “The Hundred Thousand songs of Milarepa”. Traducción del tibetano de Garma C.C. Chang. Shambhala Press, Boulder, 1977. En español se conoce como “Cantos de Milarepa. Vida y enseñanza del más notable Santo-Poeta-Budista del Tíbet”. Traducción del inglés al español para la Serie Esoterismo y Realidad, Ediciones Masónicas, México D.F., 1986). Este canto corresponde al primer canto de Milarepa, también conocido como “Bello canto de Marpa el Traductor”, ínclito en la primera historia del Mila Gubrum “Cuento del valle enjoyado de la roca roja”. Versión de Sherab Dashon.



*Nota del editor: Milarepa fue un místico y poeta tibetano en el siglo IX de nuestra era. Es uno de loa grandes maestros fundadores de la orden budista de los kargyüpta, monjes ermitaños y peregrinos sin monasterios, que aún hoy en día se les encuentra en las montañas de los Himalayas. Se le considera el poeta clásico, por excelencia, de la lengua tibetana.