12/10/17

Convivencia, por Braulio Arenas






Los lobos, que tendrían una actuación tan destacada en la película muda (El milagro de los lobos, 1924), reposaban, entre filmación y filmación, junto a las gallinas, maquilladas ya para la escena de la granja. A la verdad, no se trataba de andarse comiendo los unos a los otros, sino de participar cada cual en la lucha por la vida, ganándose unos dólares, que nunca sobraban, haciendo papeles de animales extras en el cine.



en Memorandum Mandrágora, 1985