Todo está quieto,
reposa el mundo natural.
O. Paz
Camino
solo y abrumado,
(la
bruma naranja en que habita la noche cuando arde).
Mírenme
palpar las piedras del sendero con mis dos orejas,
que
a estas alturas son anillos que se espuman como la marea
que
nunca he visto. Véanme que abrazo las piedras como un
enamorado.
Véanme que pretendo reiterarlas en mí mismo hasta
el
fin de la materia.
Flameo
en cada piedra que hay entre los ríos y los suelos
ateridos.
Son ellas un segundo apenas, una fracción del tiempo
en
que se reúnen los primeros pájaros y la luna, / en que se
reúnen
las hojas y la lluvia.
en Especies en
cautiverio, 2010