18/3/08

La Machi -Vocación e Inauguración-







9.

"¡Padre dios! Ahora soy machi; hoy estoy inaugurándome formalmente en la profesión de machi en presencia de tantísimos testigos. Ahora soy machi perfecta y acabada debido a la inauguración llevada a cabo por la gente de esta parcialidad. A ellos voy a invitarlos ahora a una excelente comida. Hoy pongo fin a mis súplicas de admisión. Ya tengo mi legítimo rehue, o padre dios; me hice machi por influjo tuyo. Te ofrezco hoy la libación tomada de los jarritos sagrados, o padre dios, que estás en las alturas, sentado en tu hermosa mesa de plata. Está terminada mi oración".




10.

Luego le sobreviene a la machi su estado extático (o su arte), sube al rehue, baila y canta en forma conmovedora. Toda la gente reunida la imita bailando; suena la trutruca, la flauta, el tambor y los demás instrumentos. Mientras bailan, mecen la cabeza y levantan y bajan alternativamente los hombros.

Después del baile baja la machi. A veces, cuando el influjo del arte es muy fuerte, se deja caer de un salto.

En seguida sube otra de las machis y baila de un modo semejante sobre el rehue, y así todas. Los acompañantes se hallan en un bullicioso alboroto; tienen pequeños rehues (ramas) en sus manos y gritan ¡ya! y ¡poom! (expresión cuyo sentido ya no se comprende). Con este júbilo se entusiasman y excitan más todavía las machis y mantienen diálogos con seres invisibles. Los ayudantes están formados en línea circular y rodean bailando el rehue.

Después del baile toman asiento, comen carne y beben chicha de maíz; en abundancia se les convida a todos. Quien tiene amigos les sirve toda clase de comidas hasta su satisfacción. También esos "gorrones" intrusos se hartan y dan las gracias. Luego se van.

Son esos los ritos que observan las machis en la fiesta de su investidura.









en Testimonio de un cacique mapuche, de Lonco Pascual Coña