28/11/11

Alicia encadenada a la tierra, por Raimundo Melun






Piense ud., a veces, en el mejor modo de llegar al otro lado, sentado frente a una pared infinita.

La canción “Gallo” fue escrita por Jerry Cantrell para su padre conocido con el sobrenombre de “Rooster” en el ejército de EE. UU. durante la guerra de Vietnam. Si bien el padre llevaba el apodo desde la adolescencia debido a su manera de peinarse, también se atribuye el título de la canción al sobrenombre dado a los hombres que marchaban cargando ametralladoras M60 por la forma proyectada de sus sombras mezcladas a las del cargador y banda del arma, una reminiscencia a cresta y cola de gallo. También se piensa que el título coincide con el apodo de la división 101 de paracaidistas -de la que fuera parte Jerry Cantrell padre. Esta división usaba una insignia con un águila calva en el hombro. No habiendo águilas en Vietnam, los vietnamitas les asociaban a gallinas apodándoles “hombres gallina”. Todas estas suposiciones circulaban respecto a la canción cantada por Alice in Chains en el disco “Dirt” cuando el grupo se decidió a hacer un video del tema.

En las “notas de escucha” de la antología Music Bank de 1999 Cantrell dice de la canción: “(...) fue el comienzo de un proceso de sanación entre mi padre y yo y todo el daño causado por Vietnam. Esa fue mi percepción de su experiencia allá. La primera vez que lo escuché hablar de esto fue durante la filmación del video de Rooster y Mark Pellington -el director- le entrevistó durante 45 minutos. Estaba completamente tranquilo, totalmente calmado, aceptando todo -los rigores de la filmación- y pasó un rato agradable haciéndolo. Incluso llegó al punto de aflorar lágrimas emocionadas. Me dijo que la guerra fue una experiencia rara, una experiencia triste y esperaba que nadie nunca tuviera que volver a pasar por nada parecido (...)

El sencillo alcanzó a estar entre los 10 más escuchados en las radios de lengua inglesa el año de su lanzamiento, confirmando a la banda de Seattle en el firmamento del estrellato rockero internacional. También ratificó la soberbia y cuidada factura multimedial que el grupo prestaba a su trabajo, convirtiendo al tema en un himno de la época y música llamado “grunge”. Como todo movimiento vanguardista se compuso de códigos y reinterpretaciones de significados que definieron a una generación. En este caso, son los hijos de quienes combatieran en Vietnam, un mundo adolescente dividido entre padres reaccionarios que abandonaran el sistema y otros obligados a servir al imperio en la guerra más cruenta que enfrentara EE.UU. después de la 2da guerra mundial. Cantrel habla con las palabras que nunca escuchó a su padre para contar una historia que ningún padre pueda o quiera contar a sus hijos. Es un grito, una llamarada secreta, una bandera de lucha que enarbola el guitarrista para decir, como Víctor Hugo en “1796”: esa guerra la peleó mi padre, por tanto, yo puedo hablar de ella.

Alice in Chains representa la imaginación y la libertad de una generación que derivó entre la revolución de las flores y la obediencia patriótica a un sistema político norteamericano que durante la década de los 60 se mostró en franca ofensiva contra el comunismo, poblando las escuelas, los medios de comunicación y la vida cotidiana norteamericana de terror, represión, intervencionismo y consumismo, al mismo tiempo que extendía sus tentáculos de manera cada vez más descarada en un intento de gobernar el mundo, con ejemplos tan burdos y brutales como el “plan cóndor” en América del Sur o la guerra de Vietnam en el sudeste asiático. El pueblo y el arte de la generación siguiente, los hijos “grunge” del hippismo y de los soldados capados en Vietnam vienen a gritar con desenfado, abulia y rabia, lo que pasó a sus padres, en una especie de conjuro constelativo donde se reconoce -bien en un movimiento artístico imitativo, bien en un avance transformacional de arte despierto e iluminador- que no se puede intentar un cambio mientras no se reconozcan y se laven las heridas de los padres. Así, quienes fueron adolescentes en la última década del siglo 20 llegan a la segunda década del siglo 21 cantando canciones con reminiscencias al rockanroll sesentero, con sus mensajes codificados que hablan de dolor y luz al final del túnel, celebran su vida y haber sobrevivido, pero sobre todo recuerdan que las consecuencias de la guerra no dejan a nadie impune, que en un mundo cada vez más cercano, todos somos bombardeados por todas partes con las armas del consumismo y la ceguera, pero que no acabarán con nosotros. Al final del día canta el gallo del despertar.



Rooster –Gallo-, de
Jerry Cantrell


No encuentran modo de matarme aún... mis ojos arden con sudor punzante... parece que cada camino me lleva a ninguna parte... esposa, hijos, mascota hogareña... el verde ejército no fue buena apuesta... balas que gritan desde todo lugar... aquí vienen a sacrificar al gallo... sí: aquí viene el gallo... sabes que no morirá... caminando erguido, hombre ametralladora... me escupen desde mi propio hogar... gloria mandó fotos de mi hijo... conseguí píldoras contra mosquitos letales... mi amigo respira su último aliento... oh dios, por favor ¿me ayudas a pasar por esto? … aquí vienen a sacrificar al gallo.. sí: aquí viene el gallo... sabes que no morirá... no, no, no, tú sabes que no morirá...

Ain't found a way to kill me yet/ eyes burn with stinging sweat/ seems every path leads me to nowhere/ wife and kids household pet/ army green was no safe bet/ the bullets scream to me from somewhere/ here they come to snuff the rooster/ yeah here come the rooster, yeah/ you know he ain't gonna die/ no, no, no, ya know he ain't gonna die/ walkin' tall machine gun man/ they spit on me in my home land/ gloria sent me pictures of my boy/ got my pills 'gainst mosquito death/ my buddy's breathin' his dyin' breath/ oh god please won't you help me make it through/ here they come to snuff the rooster/ yeah here come the rooster, yeah you know he ain't gonna die/ no, no, no ya know he ain't gonna die



http://www.youtube.com/watch?v=uAE6Il6OTcs&ob=av2e



Traducción y notas de Raimundo Melun